lunes, 15 de agosto de 2016

Mirarte a la cara

Tener tú cara tan cerca de ella que podría llenarla de besos, pero prefiero dedicarme a observar cada milímetro de tu rostro.

Miro una y otra vez a esos ojos tan expresivos. Marrones, como la tierra, llenos de vida. Algún toque de verde, esperanzador. Como lo que siento cuando estoy contigo.

Tú forma de mirarme. Esa mirada que añoraba con tanto deseo, al fin la encuentro. Me encantaría que tú también vieras que esa mirada, junto con los sentimientos, son recíprocos.

Miro tu nariz, se que a ti no te gusta, pero me resulta preciosa. Como tú. La beso, para que sueltes tu risita, que me derrite el corazón.

Tu boca, la besaría una y mil veces. Podría llegar a desgastar tus labios. Y aún así, no me cansaría. Lo mejor de tu boca, sin duda, es tu sonrisa. Enamora, acéptalo.

Entonces, toda tu cara cambia. Tu rostro muestra preocupación e incluso enfado, y muchos más sentimientos que no consigo descifrar.

Sé que te pasa, te preocupas porque no sabes qué es lo que siento exactamente ni que se me está pasando por la cabeza ni por qué actúo así. Ni nada.

La frustración me empieza a invadir el cuerpo. Quiero decirte tantas cosas, pero ni la más mínima palabra sale por mi boca.

No sé por qué ocurre esto, pero sufro por no poder decirte que...
Que cada día me encantas más. Esto me asusta, no quiero volver a tropezar y caerme, pero no me importaría porque eres tú.
Que aun es muy pronto para jurarte amor eterno, pero te puedo prometer un camino lento y saltando los obstáculos. Juntas. Agarradas de la mano.
Que me muero por recorrer cada centímetro de tu piel. Dame tiempo, lo conseguiremos.
Que me transmites esa confianza que tanto necesitaba.

Solo quiero poder mirarte a los ojos y decirte que llegaste de la nada, de la manera más tonta posible. Pero no quiero que te vayas.

Sabes, no sabía que una serie podría recomendarme a una persona, pero me encanta. Espero que sea increíble porque sería una lástima que la cancelaran.
Eres mi favorita, no puedo evitar sonreír cada vez que te pasas por mi mente, es decir, unas 24 horas al día.


Solo quiero tener un poco de valor, para mirarte a los ojos y decirte que si tuviera que conocerte de nuevo, lo haría encantada. Y que eres el azul que me faltaba. 

jueves, 21 de abril de 2016

Oscuro

La oscuridad inundaba mi habitación. No podía ver nada. Cerré los ojos y comencé a guiarme con mis manos. Te quité la camiseta. Mis manos acariciaban con cuidado tu espalda. Me gustaba demasiado esa sensación de electricidad. Entonces, acerqué mis labios a tu espalda y fui dejando un rastro de besos desde tu cuello hasta el final de tu espalda. Tu piel se erizaba con cada uno de ellos. Te pedí que te dieras la vuelta. Sabía que me mirabas aún estando a oscuras. Te acaricié la cara muy lentamente. Te abracé para poder aspirar tu dulce aroma. Fue entonces cuando, con mucho cuidado, me guiaste hacia tus labios sujetándome la barbilla y al fin nos pudimos fundir en un beso de película.

Abrí los ojos y la oscuridad inundaba mi habitación. Ya no estabas allí. En realidad, nunca estuviste. Solamente en mi imaginación. Me encantaría que supieras que pienso en ti, pero seguramente tú ahora estés dormida sin imaginarte si quiera que yo estoy aquí.


sábado, 12 de marzo de 2016

Dónde ha ido

Un moño despeinado, ojeras notables, una mirada triste y ni una mueca a la que se le pueda llamar sonrisa me definen hoy.
Vuelvo a mirarme a los ojos y a preguntarme a dónde ha ido la chica de ayer que bailaba y cantaba mientras se maquillaba con una gran sonrisa.
A dónde ha ido.
Recuerdo cuando un día me prometí que no volvería a estar así, que no me gustaba esta persona en la que me convierto cuando mi otro yo ha escapado lejos, quizás junto a mis esperanzas.
Nunca me ha gustado pedir ayuda, pero quizás necesite a alguien (tú), para que vuelva.
Espero decir algún día que...
mi moño despeinado sea por llevar un día entero viendo películas de risa y no de desamor.
mis ojeras sean de no dormir por estar contigo, no pensando en ti.
mi mirada triste sea porque se ha acabado el helado, y no por no estar junto a ti.

Espero poder decir, que me duele la cara de tanto sonreír gracias a ti.

Te diría que escribo pensando en ti, pero...

Te diría que todo va a ir bien si estás a mi lado, pero...
Te diría que tú sonrisa y tu risa son preciosas, pero...
Te diría que sí me miras me pones nerviosa, pero...
Te diría que cuando no te das cuenta me quedo embobada mirándote, pero...
Te diría que me da igual todo y todos, pero...
Te diría que me haces sonreír cuando no tengo ni fuerzas, pero...
Te diría que te comería a besos a todas horas, pero...
Te diría que esto es irreversible que me he enganchado a ti, pero...

Pero no me atrevo y se que no te lo creerías.
Y aunque yo lo desee con todas mis fuerzas tu nunca dirás "yo también".

martes, 9 de febrero de 2016

El gran salto

"Porque sin ti esta vida carece de sentido, nunca lo tuvo, pero tú hacías que fuera un poco cuerda..
no puedo continuar viviendo en este mundo si no es contigo." Gritó desde el acantilado.

Entonces, ella saltó.

Saltó con la seguridad suficiente, esa seguridad en sí misma que nunca había tenido. Esa de la que carecía siempre menos cuando estaba con él.
Y al ritmo que caía, se sentía segura, sentía que estaba de nuevo en sus brazos.
Tenía una sonrisa sincera, la sonrisa más grande y real que había sentido nunca.
Sentía que en unos segundos volverían a estar juntos y ya nunca tendría que sufrir más, ni extrañarle, ni añorarle, solo sería felicidad a su lado, seguridad, amor, paz...

Entonces chocó contra las olas del mar, pero ella no murió en el acto.

Ella había muerto mucho antes, ella ya había muerto cuando vio a su gran amor palidecer como el frío hielo.

...

Ahora, nadie podría separarles.

Noches de insomnio


Soy una persona que le cuesta mucho dormir, desde pequeña, pero con los años va empeorando.
Intento pensar en algo y crear una pequeña historia en mi cabeza, no recuerdo cuando, pero leí que eso ayudaba a dormir.
Aún así, muchos días me dan las dos, tres e incluso cuatro de la mañana dando vueltas por la cama.

Y de vez en cuando, en algunas de estas horas perdidas se me ocurren temas para escribir, pero por mi mala cabeza los olvido o tan solo por pereza,  nunca llego a escribirlos.
En cambio, alguna vez se me ocurren pequeñas frases que describen a la perfección lo que siento en ese momento y esas siempre las recuerdo a la mañana siguiente.

Al ser frases sueltas, cada una de un día distinto, no completan un texto entero ni tienen cohesión entre ellas porque son inspiradas por personas, momentos o sentimientos distintos.
Aquí dejo algunas de ellas:

- Algún día te daré  todos los besos que planeé en mis noches en vela.
- Cada día me cuesta más dormir si no es pensando en ti.
- Tengo sueños, contigo y tengo sueño, pero temo no soñar contigo.
- Cada vez que te vea, anotaré todos los besos que debería darte.
- Acércate, no muerdo, a no ser que quieras.
- Hace frío, por qué no te quito la chaqueta.
- No se si lo sabrás pero tus labios encajarían perfectamente en los míos.
- Cupido o Eros, da igual, ¿podrías mejorar tu puntería? Gracias.
- Gracias a ti, por hacerme sentir. Gracias a mi, por hacerte reír.
- Aléjate de mi, tengo un muro contra ti, pero podría romperse si te quedas mucho tiempo.
- Podría haberme emborrachado y la resaca apenas habría durado, pero acabé enamorado con resaca de tus labios.
- Siento no poder decirte nada de lo que pienso, pero no confío en mis pensamientos.
- Necesito volar y alejarme de la realidad o de ti.


Gracias insomnio, las horas en vela han merecido la pena.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Autosuficiente

Unas frías manos bajaban por mis caderas a la vez que mi piel se erizaba. Las manos se iban calentando a la vez que mi corazón se aceleraba.
Lo que era un día invernal se estaba convirtiendo en uno más caluroso que cualquiera de agosto.
En unos minutos, los gemidos inundaban aquella pequeña habitación. 
Tantas lágrimas, tanto estrés, tanto mundo se acababa allí, todo se olvidó en aquel instante.
Entonces, retiré mis manos. 
Me levanté y me miré al espejo. Mi mejor vestido, tacones, maquillaje y colonia.
Lista para esa noche, para comerme el mundo o a mi mundo.