domingo, 13 de diciembre de 2015

Autosuficiente

Unas frías manos bajaban por mis caderas a la vez que mi piel se erizaba. Las manos se iban calentando a la vez que mi corazón se aceleraba.
Lo que era un día invernal se estaba convirtiendo en uno más caluroso que cualquiera de agosto.
En unos minutos, los gemidos inundaban aquella pequeña habitación. 
Tantas lágrimas, tanto estrés, tanto mundo se acababa allí, todo se olvidó en aquel instante.
Entonces, retiré mis manos. 
Me levanté y me miré al espejo. Mi mejor vestido, tacones, maquillaje y colonia.
Lista para esa noche, para comerme el mundo o a mi mundo.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Ella y su gran amor

Ella estaba enamorada de la luna, aquella esfera imperfecta que se alojaba en el negro cielo cada noche. Aún estando rodeada de oscuridad conseguía alumbrar todo, desde una pequeña ciudad hasta la historia de amor más grande. La cual era inspiración y musa en secreto de escritores, poetas, pintores e incluso de jóvenes inexpertos en el amor.
Aún siendo tan grande y admirada por tantos, era desapercibida por otros, pobres ingenuos no se daban cuenta de cuan poderosa era ella.

Ella amaba a la luna en secreto cada noche, desde la pequeña ventana de su habitación veía a su amor, un día lloraba por la distancia que les separaba, pero otros sonreía al ver como alumbraba, y la luna cada noche intentaba brillar más fuerte para que aquella dulce niña no derramara ni una sola lágrima por aquel amor imposible.

Ella era tan bella como su amada, deseada por muchos hombres que hacían lo imposible para enamorarla pero su corazón pertenecía a otra. Por más que lo intentara no podía corresponder a nadie.
Ya en edad  de enamorarse sus amigas la llamaban extraña pero ella decía que su corazón ya estaba ocupado por un amor, el cual desaparecía cuando salía el sol y sus amigas anonadadas se reían en su cara ya que no comprendían aquello.

Ella quería hablar a la luna pero no sabía como, entonces cogió un pequeño trozo de papel y le escribió los mejores versos que jamás alguien dedicaría a su amor.

Ella salió corriendo al bosque, quedó anonadada al ver a su amor en gran escala, Pero los celos le recorrieron la espalda cuando vio a todas las estrellas que rodeaban a su amada. La envidia recorría su cuerpo quería poder estar tan cerca de su amor como lo hacían aquellas maleducadas que no respetaban aquella relación.

Ella comenzó a subir la colina más alta que encontró, al ver tan cerca a su amor no pudo evitar llorar de alegría. Se limpió las lágrimas con una manga de su chaqueta y recitó su poema en el que explicaba por qué se enamoró de ella.

Ella sabía que era un amor imposible, pero sabía que en sus sueños podrían estar juntas por siempre y que aunque tuviera que compartir su corazón siempre sabría cual es el verdadero amor.